Cuando hace buen tiempo, el jardín se convierte en uno de los lugares más concurridos de la casa. Si ésta se encuentra en una zona templada, es posible disfrutar el jardín prácticamente durante todo el año. El clima suave del Levante español permite gozarlo más días al año que el continental interior. Un ejemplo pueden ser las casas en Denia u otras localidades levantinas con jardín. Para sacarle el máximo provecho, es necesario amueblarlo adecuadamente.
La decoración y el amueblamiento de un jardín han de responder a una idea previa. Por lo tanto, el primer paso es poner sobre papel un proyecto, aunque solo sea un esbozo rudimentario. En un jardín pequeño hemos de aprovechar al máximo el espacio. En uno grande, los muebles nos permitirán crear espacios con un encanto especial.
Tendremos que decidir qué estilo imprimiremos al jardín: tradicional o contemporáneo, ordenado o con vegetación agreste, sobrio o con mucho colorido, oriental o japonés (zen), etc. En cualquier caso, la decoración del exterior ha de ir coordinada con el estilo del interior de la casa, para que exterior e interior queden plenamente integrados. Por otra parte, los muebles han de ser apropiados para las condiciones climáticas de la zona. No es lo mismo un jardín al lado del mar, con abundante salitre en el aire, que en una zona seca del interior o un lugar lluvioso de la montaña. En cada caso, los materiales elegidos para el mobiliario han de responder a exigencias muy diferentes para durar.
Materiales
Las principales maderas utilizadas en el mobiliario de jardín son el pino y la teca. El pino es una madera más común y barata, pero tratada con barnices y tintes adecuados puede resistir las inclemencias del tiempo y de los hongos. Más cara es la de teca, un árbol originario de Tailandia, la India, Myanmar, Indochina y Java. Se trata de una madera que une belleza, resistencia y durabilidad. Para mantener su suave color dorado original se ha de tratar periódicamente con aceites especiales, como el aceite de teca. Una alternativa a la madera son los muebles de mimbre, bambú o ratán, que pueden resultar cálidos y acogedores, pero han de completarse con textiles apropiados y colocarse en zonas cubiertas, al abrigo de la lluvia
Los muebles de hierro fundido y forja dan a los jardines un aire tradicional y romántico, favorecido por la versatilidad de este material. Mientras que los de hierro parecen más pesados, los de forjan ofrecen un aspecto más ligero. Para conservar bien los muebles, han de limpiarse, pintarse y repintarse periódicamente.
En cambio, las piedras naturales, como el mármol, el granito y la pizarra, no exigen muchos cuidados y dan también un toque tradicional y rústico al jardín. Es más, estos materiales ganan con el tiempo y la erosión. Se pueden colocar mesas, asientos y bancos de piedra. Su único inconveniente es que resultan difíciles de mover. La piedra artificial es más barata, pero no siembre da al jardín el aspecto natural que nos gustaría.
Si buscamos simplemente muebles baratos y prácticos podemos optar por el aluminio o el plástico. Los muebles de jardín de aluminio son ligeros y fáciles de limpiar, y aguantan sin problemas las inclemencias del tiempo. El único mantenimiento que requieren es la limpieza periódica. Lo mismo se puede decir de los muebles de plástico, una material muy versátil con el que se puede imitar la mimbre y hacer desde mesas hasta sillones, tumbonas y sofás.
Zonas para comer
Con el mobiliario podemos crear en el jardín zonas para comer, descansar o jugar. Para desayunar o comer al aire libre, se puede utilizar un porche, una pérgola o una zona a la sombra de los árboles o la misma casa. Los modernos cerramientos acristalados permiten disfrutar de estos espacios todo el año, sean cual sean las condiciones meteorológicas. Este tipo de cerramientos los montan las mismas empresas que instalan ventanas de PVC. También un toldo creará un espacio resguardado para comer. Existen tiendas de toldos en Barcelona, Madrid y otras ciudades con un catálogo muy amplio.
Necesitaremos una mesa y sillas, cuyas dimensiones y número variarán en función del espacio y los miembros de la familia. Las mesas extensibles nos permitirán invitar a otros familiares o a los amigos. Es preferible que tengan forma redonda u ovalada, ya que acogen a un mayor número de personas. Hoy los fabricantes de sillas ofrecen muchos modelos a elegir. En cualquier caso, la zona para comer no ha de estar lejos de la cocina, pero tampoco muy cerca de la barbacoa, para que los comensales no se vean obligados a soportar las molestias del humo.
Zonas de descanso y lúdicas
Los sillones, sofás y otros muebles de la zona de descanso serán de un estilo similar a los de la de comer, para mantener la armonía entre uno y otro espacio. Este efecto se reforzará si se repiten los colores en los complementos textiles de ambas zonas, que en todo caso han de ser resistentes a las inclemencias meteorológicas. Para aprovechar mejor el espacio se pueden utilizar sofás rinconeras o apoyar los sofás en los muros. Las pérgolas son también estructuras muy adecuadas para las zonas de descanso. Por el jardín se pueden distribuir bancos de madera, forja o piedra para realzar determinados lugares.
En la zona lúdica podemos colocar columpios, una pequeña portería de fútbol, una cesta de baloncesto, etc. El columpio puede ser un simple balancín o presentar diseños más atrevidos, como el de tipo huevo. Los parasoles y las sombrillas, con estructura metálica o plástica, así como las tumbonas son inevitables si el jardín dispone de piscina. En los jardines se pueden instalar fácilmente piscinas de poliéster de las más diversas formas. Los parasoles y las sombrillas han de adaptarse fácilmente al área que se desea sombrear, y ser resistentes y fáciles de limpiar.
Si el jardín es suficientemente amplio, podemos crear en él un pequeño huerto urbano. También cabe la posibilidad de disponer de armarios de cultivo, desarrollados para cultivar determinadas plantas en un interior controlado. En cualquier caso, tal y como nos explican desde Viveros La Herriza, necesitaremos abonos orgánicos, tanto para el huerto como para el jardín, al igual que otros elementos complementarios, como las lámparas de cultivo, para proporcionar a las plantas la luz más idónea en cada una de sus etapas de crecimiento.
El mobiliario de jardín se completa con otros elementos auxiliares como las luces y las lámparas destinadas no solo a iluminar, sino también a crear ambientes en los diferentes espacios. La mayoría de las tiendas de lámparas en Madrid y cualquier otra ciudad disponen de amplios catálogos de iluminación exterior.