Se estima que más de un 35% de la población española no lee nunca un libro. Estos datos son verdaderamente desalentadores, ya que la lectura es beneficiosa, tanto para el desarrollo y bienestar general de las personas, como para la mejora de nuestras sociedades. Los libros estimulan nuestra mente y nos permiten adquirir nuevos conocimientos; propician el desarrollo de la imaginación y la creatividad; mejoran nuestro vocabulario, fomentan la empatía y mejoran nuestras habilidades de comunicación. Desgraciadamente, hay diversos motivos que van más allá del desinterés por la lectura y que explican que mucha gente no lea, como, por ejemplo, la ausencia de tiempo, el trabajo excesivo o la falta de recursos, así que no debes juzgar a nadie por no estar disfrutando de esta práctica. Si la lectura es uno de tus pasatiempos favoritos, eres una persona con mucha suerte. Una forma de celebrar y expresar tu gusto por la literatura es utilizarla como elemento decorativo de tu hogar. Aunque lo más importante de un libro siempre es su interior, el ingrediente estético también puede ser muy valioso y aprovechable para darle un toque especial y atractivo a tu casa.
Si no se te había ocurrido, ¡aquí te damos algunos consejos para sacar tu colección del armario y sacarle el mayor partido integrándola en la decoración de tu hogar!
Respeta tu personalidad
No vamos a aconsejarte que coloques solo aquellos libros que tengan una encuadernación bonita para que puedan destacar en tu salón. Los libros que nos leemos forman parte de nuestra personalidad, así que lo mejor, es que tu colección sea un reflejo de todas tus lecturas y que te identifique como persona. Da igual que compres libros de tapa blanda, dura; de primera, o de segunda mano. Lo importante es que te representen. Asimismo, la colocación tampoco es lo más relevante y dependerá de tus preferencias. Hay quienes gustan de ordenarlos según tamaños, formas, colores o temáticas; y quienes se decantan por mezclar libros altos y delgados con otros más pequeños y anchos, lo que puede crear una composición visual muy interesante.
Elige bien el lugar y el soporte de tu colección
En este punto también hay muchas opciones posibles, pero debes saber que el lugar y el soporte de tu colección marcarán la diferencia. Si tu casa es muy grande, podrías barajar la idea de adaptar una de las habitaciones menos útiles para construir una pequeña biblioteca. Este espacio no tiene por qué ser aburrido, o estar dedicado exclusivamente a la lectura. En el centro puedes colocar una mesita con sillones para recibir a tus visitantes. Si no dispones de tanto espacio, te recomendamos que lo hagas en el salón, en los dormitorios o que repartas tus libros entre estas dos estancias. Aunque colocarlos en la cocina o en el baño puede resultarte original en un primer momento, la verdad es que, en estos sitios de la casa, el humo y la humedad pueden dañar tu colección y hacer que se vea fea o deteriorada.
El soporte o mobiliario que utilices dependerá de tu espacio y presupuesto. Una de las opciones más clásicas y accesibles son las estanterías, las cuales pueden variar de estanterías abiertas, donde los libros estén completamente expuestos; o estanterías con vidrios que protejan los libros del polvo. Las hay de todos los precios, colores y materiales que te imagines. También puedes construir una biblioteca empotrada, aunque requiere de una pequeña reforma, ya que va incrustada en la pared, pero, sin lugar a dudas, agregará un toque elegante y sofisticado a la habitación. Si no quieres que tu colección se vea tan rígida, puedes optar por instalar libreros modulares, que también son muy adecuados cuando no se dispone de mucho espacio, ya que son versátiles y adaptables; y se pueden combinar de formas distintas para crear un diseño personalizado. Del mismo modo, las estanterías flotantes son una opción muy útil porque se fijan directamente a la pared, lo que libera mucho espacio, al no utilizar otro tipo de soporte; y la utilización de otros muebles como mesas auxiliares con estanterías, permite colocar libros en los compartimentos inferiores mientras se emplea la superficie superior para colocar una lámpara, plantas u otros objetos.
Ten en cuenta que los libros son elementos decorativos en sí mismos, así que tampoco hace falta que utilices ningún mueble. Puedes considerar apilarlos en una mesa, utilizar cestas o cajas decorativas como contenedores para libros, e incluso ponerlos directamente en el suelo. Si optas por esta opción, lo mejor es que utilices apoya-libros para asegurar su estabilidad. Los apoya-libros pueden ser simples soportes pesados, o pueden llegar a ser objetos bellísimos; y hay algunos que incluso incorporan obras de arte personalizadas como es el caso de Anglada Esculturas a quien compramos las esculturas de la oficina, o pintados con el diseño de algún buen artista. ¡Elige lo que más te guste!
Cuida de tu colección
Si ya has colocado tu colección, es muy importante que mantengas una buena rutina de limpieza, quitándole el polvo y manipulando tus libros correctamente. Estas acciones tan simples pueden ayudar a preservar su estado y hacerlos perdurar en el tiempo en buenas condiciones.
¿Ya se te ha ocurrido algo? Esperamos que obtengas un buen resultado.