La decoración de interiores o exteriores inclusive, puede considerarse todo un arte completo. No cualquiera posee esa capacidad de visualizar un espacio y colocar en él, los elementos decorativos y funcionales de manera que combinen y no resulte un desastre. Más allá de la adquisición y colocación de un sofá y algunos muebles, la decoración es un arte que combina otros artes. Una forma de expresar lo que uno quiere, lo que le gusta y su personalidad. So pena que para la mayoría, este don de la decoración brilla por su ausencia.
No hay problema, para los que no somos muy capaces de combinar con armonía y poco nos importa si el sofá luce mejor con un cuadro abstracto a sus espaldas, contamos con verdaderos profesionales para ayudarnos. Que nos va más el hazlo por ti mismo, perfecto. Las revistas de decoración pueden ayudarnos sobre manera a decorar nuestra casa, habitación, despacho o local de la mejor manera. Incluso leyendo este artículo vas a poder adquirir algunas nociones sobre decoración. En este particular, sobre como introducir arte en la decoración. Cuadros o esculturas como las que puedes encontrar en Arte Stilo, ideales para crear espacios únicos e irrepetibles.
Gracias al arte, es posible convertir un interior anodino en un ambiente que cause interés y rezume personalidad. Se trata de uno de los recursos mas poderosos con los que cuenta el interiorismo y la decoración. Sin embargo, hay que conocer algunos aspectos y claves maestras que faciliten la integración y colocación de esas esculturas y cuadros con acierto. Para empezar, hay que tener en cuenta que el arte es algo que se encuentra intrínsecamente ligado a la personalidad y los sentimientos de cada individuo, por lo que las piezas de arte que se vayan a incluir en la decoración, hablan mucho de la persona.
Elegir con acierto las piezas
Los expertos y expertas en la material, aconsejan que a la hora de elegir las piezas más adecuadas, cada uno se guíe por su intuición y elija los elementos que más le gusten y enamoren. En cuestiones de arte, elegir piezas dejándose llevar por las tendencias resulta todo un error. Hay que centrarse en elegir las piezas que poseen un significado especial.
Para que las piezas de elección funcionen bien con el resto de la decoración de la vivienda, hay que evitar el efecto museo, por lo que los profesionales nos dejan tres claves que, según ellos, resultan infalibles:
- Integrar la decoración con el cuadro, fotografía o escultura que domina la estancia eligiendo la misma gama de colores, las texturas, etc.
- Crear contraste. Como ejemplo tomemos un estilo minimalista, al romper la sencillez que lo caracteriza con una obra de arte que destaque y se convierta en el centro de atención, es un acierto. Si se escoge un elemento de gran tamaño con un color potente, se creará de forma automática un punto de atención único y personal.
- Ambientar un rincón especial convirtiendo la obra de arte en protagonista. Para lograr eso, puede elegirse una sola pared tras el sofá, el rincón de lectura o el recibidor y llenarla con las piezas que más te gusten. No es necesario guiarse por colores o tamaños, solo el instinto y llenándola al máximo para crear un efecto de miedo al vacío, con carácter y personalidad.
Respecto a las estancias en las que debe integrarse el arte sí o sí, en el caso de tener que priorizar alguna de ellas, lo mejor es decantarse por el salón o el comedor. Estas estancias son las más importantes de la vivienda, en las que se pasa más tiempo y en la que se suelen recibir las visitas, por lo que será el lugar donde la obra de arte, luzca más y mejor.
Otra excelente opción puede ser el recibidor, pues en este caso, se ofrece una calidad bienvenida y permite que los visitantes vean la obra de arte de forma “obligatoria”.
Ahora viene lo mejor, aquello que hace que nos planteemos dudas como por ejemplo, el hecho de integrar esas piezas de arte en las diferentes estancias. ¿Debe existir coherencia entre ellas? Afortunadamente, nos encontramos en un terreno en el que la creatividad es tan necesaria como el arte en sí. Cuando se habla de arte, no existen reglas fijas, tan solo es necesario aplicar alguna de estas premisas:
- Elegir piezas de arte del mismo estilo para toda la vivienda.
- Romper con estilos diferentes en cada una de las estancias.
En la segunda opción, uno de los trucos que proporcionan gran personalidad sin sobrecargar los espacios, es buscar un nexo de unión entre los estilos, sea el color, la textura, el material…
Lo actual es colocar Wall Art en la vivienda, están de moda y son una opción excelente para crear un punto focal. Para crear un ambiente actual, es esencial elegir cuadros, láminas o fotografías en diferentes formatos, marcos de grosos diverso y variedad de materiales y colores que permitan crear una composición irregular.
Que buscamos un ambiente más clásico, basta con elegir elementos con formatos iguales y colocarlos de forma ordenada. Unificar los marcos y paspartús ayuda a conseguir ese orden visual que nos recuerda a una exposición con su toque clásico.
Con la finalidad de no acabar por cansarse de ver la misma obra de arte todo el tiempo, algo que nunca falla, según los expertos, es elegir algo abstracto que, proporciona color y energía sin restar protagonismo al resto de elementos. Otra opción es decantarse por imágenes que se relacionen con la naturaleza o láminas botánicas que por ser elementos atemporales, siempre están de moda.
Evitar el efecto museo
Lo cierto es que a nadie le gusta entrar en una casa y sentir que está en un museo en el que no se puede tocar ni mover nada, solo contemplar. Resulta incómodo y poco agradable. La pretensión de incluir arte en la decoración no debe ser nunca lograr ese efecto, si no el contrario: confort y comodidad con un toque distinguido. El arte es en definitiva, la pincelada personal de la decoración, la que pone en el tablero la cara más auténtica e íntima de la casa.
La cuestión es cómo hacer que luzca y brille por si sola sin transformar la estancia en un museo tan bello como intocable. A veces al contemplar una obra de arte sabes perfectamente donde tiene que colocarse, pero en otras ocasiones, no es tan sencillo. Para evitar el efecto museo, hay que buscar y encontrar ese rincón especial, hecho a medida de sus dimensiones.
Algo que repiten los expertos y expertas en decoración e integración de arte en la misma, es que hay que elegir la obra que te diga algo. Tanto pintura como poesía, desprenden un lenguaje verbal que propicia emociones derivadas de la contemplación. Encontrar esa obra que nos diga algo y nos transporte a otro lugar con el tamaño adecuado para que no se pierda entre otros objetos o despunte sobremanera.
Es posible que algunas obras de arte necesiten de lograr un conjunto armoniosos con otras obras, o tal vez, que por sí sola, brille con el resplandor adecuado. Lo esencial es que las piezas y el espacio en el que se vayan a ubicar se hallen en equilibrio, lejos de elementos discordantes.
Si se trata de un conjunto, las obras de arte, pueden dar mucho juego y abrir un mundo nuevo de sensaciones que no puede lograr cualquier elemento decorativo. Solo las grandes obras artísticas logran crear ese efecto en solitario. Sin despuntar ni empequeñecer. Las composiciones posibles cuando se trata de varias obras pueden variar, desde hileras, mezcla de tamaños, un tríptico… Probar es la mejor manera de encontrar el lugar adecuado y la composición perfecta.
Colores y tonalidades son también relevantes a la hora de lograr una decoración acorde entre arte y elementos. Debe existir tanto coherencia visual, como sintonía. Buscando ese contraste que desmarque la obra por encima del resto de elementos sin opacarlos.
Esencial es encontrar ese espacio único, ese lugar ideal para la pieza. Visitar todas las estancias, incluidas zonas de paso, recibidores o distribuidores con la finalidad de encontrar el sitio perfecto para darle la visibilidad pretendida. Antes de buscar lugar, hay que elegir el tipo de cuadros o fotografías a colocar para contemplar el conjunto como una única obra de arte. Pueden incluso utilizarse para separar ambientes en un mismo espacio o destacar una zona o pared.
Nada de todo lo reseñado resultará eficaz si no disponemos de una buena y adecuada iluminación. Este aspecto es clave en la decoración de interiores, pues permite disfrutar de los espacios en los diferentes momentos del día. Para iluminar adecuadamente una obra de arte o composición, hay que evitar los reflejos a toda costa. Como norma general: luz neutra y potente que permite disfrutar la pieza en todo su esplendor.
En conclusión, lo esencial para que la obra u obras de arte se integren en la decoración de interiores de una vivienda, basta con elegir las piezas adecuadas, aquellas que hablen de nosotros y, a la vez, nos digan algo. Evitar sobrecargar la estancia y colocar obras de arte que puedan aburrirnos y, por supuesto, evitar que parezca un museo que nadie, quiere visitar.