La televisión se ha encargado de reproducir situaciones de la vida cotidiana ridiculizadas al máximo, aunque no ha sido así, y prueba de ello es la serie Cuéntame que ya empieza su vigésima temporada, algo realmente increíble teniendo en cuenta que es una serie que ha crecido con varias generaciones.
Pero la realidad supera a la ficción en muchas situaciones, y en ciertas comunidades de vecinos las paredes pueden contar historias que sorprendería a los vecinos de Aquí no Hay quien Viva o La que se Avecina. Tengamos en cuenta la disparidad de personas que pueden vivir en una comunidad, y vamos a añadir que la libertad de uno empieza donde acaba la del otro. El resultado es un coctel molotov que suele explotar en mala educación y en conflictos que pasan la barrera a la propiedad.
En cualquier caso, lo que hay que tener claro es que vivir en una comunidad de vecinos implica de cierta paciencia (en realidad de mucha), pues hay que hacer entender a los vecinos que el respeto es la norma fundamental de la convivencia. Y esto es algo que muchos no saben, y es una pena, pues una comunidad de vecinos unida y que se ayuda genera un espacio de convivencia dónde poder vivir de manera fácil y sencilla.
A pesar de esto, como en todas las buenas familias, en las comunidades de vecinos hay problemas porque cada propietario quiere una cosa según sus necesidades, que no son las mismas para todos. Yo recuerdo cuando en mi urbanización un vecino se negó a poner canastas en una de las dos pistas de pádel alegando que los vecinos se iban a ahorrar lo que el pagaba por el baloncesto de sus hijas.
En el artículo de hoy vamos a hablar de las situaciones más incómodas que se dan en una comunidad de vecinos. Algunas de estas situaciones se pueden resolver con buenas palabras, pero esto no es siempre así, teniendo incluso que llegar a los abogados para resolver disputas vecinales.
Cuando compartir espacios comunes es más complicado de lo que pensábamos
Quizá el primer problema de las comunidades vecinales son los impagos de las cuotas de la comunidad. Ya sea por un motivo o por otro los propietarios dejan de pagar las cuotas de la comunidad que sostienen las cargas de la finca y del mantenimiento de los espacios comunes. En diferentes urbanizaciones esto puede ser un gran problema por el hecho de que los impagos suben las aportaciones de otros propietarios. En estos casos la mejor solución es poner el caso en manos de abogados para que inicien el procedimiento monitorio correspondiente, aunque si la deuda es menor de dos mil euros el presidente está legitimado para reclamar. En nuestra comunidad de propietarios confiamos en GAP Abogados, un despacho multidisciplinar en las diferentes ramas del Derecho en Jerez de la Frontera, en la calidad e inmediatez de sus servicios.
El segundo de los mayores problemas que suelen ocurrir en las comunidades de vecinos son los ruidos, fiestas y conductas molestas. El ruido siempre suele ser un problema común en el edificio y es el segundo asunto que más quejas tienen en las comunidades de propietarios. Cuando la vía del diálogo no funciona, se debe acudir al presidente de la comunidad y solicitar el inicio del procedimiento correspondiente en base al artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal, relativo a actividades molestas. Los mismos pasos se deben aplicar en caso de que un vecino tenga una mascota que deje sus excrementos por las escaleras o no saque las basuras a la hora estipulada.
Y no podemos olvidarnos de las tediosas y famosas derramas. A la hora de hacer obras necesarias en las zonas comunes de la vivienda, como cambiar las bajantes o mejorar las instalaciones, o aquellas ordenadas de la Administración municipal, todos los propietarios tendrán la obligación de pagarlas según su cuota de participación, como establece el art 10.1 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), según señala Guzmán López y Miguel, abogado, especialista en derecho urbanístico e inmobiliario de Adarve Abogados. La Junta determinará la distribución de la derrama pertinente y los términos de su abono.