Mi propio viñedo

Contemplar un viñedo en pleno auge, antes de que se realice la vendimia, es todo un espectáculo visual. Todas esas vides, colocadas en hileras, de forma tan ordenada y con esa viveza que desprenden invitan a soñar sería poder caminar entre sus lías. Los profanos en el sector, aun siendo amantes del producto resultante de estas maravillosas plantaciones, sentimos una extraña curiosidad por todo lo que rodea al cultivo de la vid. Basta una mirada ante los campos de cultivo, para desear tomar una copa de vino y saborear todos los matices que, aporta la tierra a la uva y la uva, al vino.