Un desafió a la paciencia, en nuestro caso no podíamos acceder a una vivienda nueva, tampoco a una seminueva, por lo que decidimos apostar por una casa en el centro de Pontevedra con muchos años, pero a buen precio.
La cara B de esto es que necesitaba una reforma como el comer y no sabíamos ni por dónde empezar. Buscamos en nuestro círculo de amigos y nadie tenía a ningún conocido, si acaso algún fontanero o albañil, pero nosotros queríamos una reforma a conciencia para que quedara la casa por dentro como los chorros del oro.
Buscando por Internet a ver si encontraba una empresa di con Construmariño, una empresa que tenía más de dos décadas de experiencia en el sector de las reformas y la construcción. Me parecía que eso ya era un bagaje como para tenerlo en cuenta y no dudé en ponerme en contacto con ellos y contarles mi problemática.
Fueron muy amables y me comentaron que no habría problema y que llevaban muchos años en esto como para estar completamente seguros de que quedaríamos contentos con el resultado y que la casa tendría una cara nueva.
Vinieron a verla y nos propusieron sus soluciones que vimos muy acertadas e incluso nos dieron nuevas ideas que ni se nos habían pasado por la cabeza, supongo que es lo que tiene ser un profesional de esto.
Nos comentaron que además se dedicaban a ejecutar proyectos de obra nueva, no solo reformas, algo interesante, pues mis suegros han comprado unos terrenos a las afueras de Vigo y querían construirse una casita para pasar los fines de semana, por lo que le dije que a lo mejor podían tener un cliente más.
Las reformas mejor con empresas con experiencia
Algo importante es que te dan el presupuesto sin compromiso ni coste, dando además el doble de tiempo en cuanto a la garantía de las reformas con respecto a la competencia, algo que deja bien claro la confianza de ellos en su buen hacer profesional.
La semana siguiente se pusieron con la reforma y la verdad que todo son buenas palabras, trabajo puntual y atentos a los pequeños detalles, todos tenemos las imágenes de los típicos trabajadores del sector dejando todo sucio, pero en este caso totalmente al revés muy cuidadosos con todo.
Cuando de verdad pudimos ver el amor por su trabajo y las ganas de que el cliente quede conforme fue el sábado cuando nos llamaron para decirnos que la casa estaba totalmente terminada. Parecía una casa recién comprada, los suelos, las paredes blancas y relucientes, en fin, que esto sí que era una casa de verdad y no lo que compramos.
Se nota cuando confías en una empresa seria y no te dejas llevar por los chapuzas, que sí que te pueden hacer la obra más barata, pero después ves como el suelo se empieza abrir o el techo de la cocina le empiezan a salir unas grietas en la pintura por no haber utilizado una de calidad óptima. Mi consejo es que siempre que puedas optes por la calidad a la larga se nota y mucho.